viernes, 20 de mayo de 2011

La neta del "fin del mundo"


Ciudad de México.- Paulina García


El “fin del mundo” programado entre el 20 y 21 de Mayo del 2011 es una alineación planetaria llamada “Espada de Dios”.


La fecha correcta es el 21 de Mayo, y la alineación será entre Mercurio, Marte y Venus, al mismo tiempo que el Sol-Cenit se situará en la constelación de Tauro y cerca de las Pléyades (7 Hermanas o M45 ubicadas a un costado de la constelación Tauro, grupo de estrellas a 450 años luz de la Tierra, formadas durante la era Mesozoica, cinco veces más grandes que el Sol).


Cabe aclarar que Júpiter, Urano, Neptuno y la Luna también son protagonistas del fenómeno y se han ido alineando respectivamente desde el 10 de mayo.



La curiosidad de esta alineación nace porque es la misma del 1° de septiembre de 5509 a. C. cuando ocurrió el Diluvio Universal (Génesis, primer libro de la Biblia, historia de Noé y el castigo enviado por Yahveh o Jehová.) a eso se debe su falsa relación con el “fin del mundo”.


Sin embargo, cuando ocurra la alineación Sol-Cenit-Pléyades los seres humanos estarán recibiendo la Energía irradiada desde el Centro de la Galaxia a través del astro rey, al mismo tiempo que la Energía transmitida desde el Corazón de la Madre Tierra a través de los Volcanes (ambas, energías han pasado por portales energéticos, juntando así, partículas que han viajado hasta aquí por millones de años luz).

La alineación de la "Espada de Dios" el 21 Mayo del 2011 indica el comienzo de un ciclo, y la alineación galáctica del 21 de Diciembre del 2012 indica el fin del mismo.

Dicho ciclo es lo que los mayas llamaron “cambio de conciencia”, una oportunidad para que la humanidad haga conciencia de todo lo que ha realizado y evolucione.

Este fenómeno es la bienvenida al cambio, y es la verdadera “antesala al 2012”. 
Ahora sí, la humanidad tiene “los días contados” y debe realizar la tarea para lo que fue creada: evolucionar; de eso dependerá su existencia.

La evolución, deberá ocurrir en un máximo de año y medio y solo habrá una oportunidad.

Después, el se humano habrá decidido su camino.